La pensión Bienestar es un apoyo bimestral que el Gobierno de México entrega a las personas mayores de 65 años, con el propósito de aliviar la situación económica de quienes ya no trabajan y requieren respaldo para su sustento. También existen programas hermanos para personas con discapacidad y para mujeres mayores de 60 años, pero este artículo se centra en el principal apoyo a adultos mayores. En 2025 se anunció un incremento en la cuantía, lo que genera expectativas entre los beneficiarios y despierta preguntas sobre cómo afecta el pago y cuándo se reciben los depósitos. Conocer los detalles permite aprovechar mejor el apoyo, evitar sorpresas y planear los gastos tranquilamente.
El nuevo monto para 2025 y su efecto real
Para 2025 el monto de la pensión para adultos mayores pasó a 6 200 pesos bimestrales, es decir cada dos meses se recibe esa cantidad. Antes de este cambio la cifra era de 6 000 pesos en el bimestre, por lo que el aumento real fue de 200 pesos, lo que representa un incremento de poco más del 3 por ciento. Este ajuste queda por debajo de lo que en principio se había anunciado como meta para incrementos mayores, pero representa una mejora respecto al monto anterior. El aumento impacta directamente el bolsillo de las personas beneficiarias: más recursos disponibles para gastos de alimentación, medicinas, transporte o servicios básicos. Pero también conviene recordar que el incremento es modesto y que la inflación puede consumir buena parte de ese aumento si los precios siguen al alza. Así que aunque se trata de una mejora, no significa que el poder adquisitivo crezca sustancialmente por sí solo.
Cómo afecta tu pago individual y qué variables considerar
Cuando se incrementa el monto, cada beneficiario verá reflejada esa mejora en su tarjeta o cuenta vinculada al apoyo. Pero hay aspectos que conviene tener claros. Primero, aunque se aumente el monto general, el beneficio solo lo reciben quienes ya están registrados, cumplen los requisitos y tienen su tarjeta activa. Si tienes la tarjeta, los datos actualizados y cumples con los criterios de edad y residencia, entonces el depósito reflejará el nuevo monto. Segundo, el pago es bimestral, así que se deposita cada dos meses, no mensual. Tercero, el efecto del aumento puede depender de factores operativos: el sistema debe reflejar el nuevo monto, puede haber periodos de transición o ajustes administrativos. Y cuarto, aunque se reciba más, conviene planear el uso del dinero: hacer un presupuesto, atender prioridades como salud y alimentos, y considerar que el retiro y uso del dinero se puede hacer en el plazo que se necesite, no necesariamente el día del depósito. En resumen, el incremento mejora el apoyo pero no garantiza que el dinero rinda más frente a todas las presiones económicas.
Calendario de depósito: cuándo recibes el dinero
El calendario de pago se hace de manera escalonada, de acuerdo con la inicial del primer apellido del beneficiario. En 2025, para el bimestre de noviembre-diciembre, los depósitos se realizaron entre el 3 y el 27 de noviembre. La dispersión inicia con las personas cuyos apellidos comienzan con la letra A el día 3, y finaliza con quienes tienen apellidos con W, X, Y o Z el día 27. También para el bimestre septiembre-octubre se hizo una dispersión entre el 1 y el 25 de septiembre con el valor de 6 200 pesos. Esta modalidad escalonada existe para evitar saturaciones y asegurar mayor operatividad, pero implica que cada persona debe estar atenta a la letra de su apellido para saber cuándo podrá disponer del dinero. Otro punto importante es que no es necesario retirar el dinero el mismo día del depósito: los recursos permanecen disponibles en la tarjeta o cuenta hasta que se desee usarlos. Esta flexibilidad permite al beneficiario elegir cuándo hacer uso del apoyo según su conveniencia.
¿Qué significa este aumento en el contexto general?
Aunque el incremento de 200 pesos puede parecer pequeño, su significado trasciende lo económico. En primer lugar, es una muestra de que el programa sigue vigente y recibiendo mejoras, lo cual genera confianza entre los beneficiarios. En segundo lugar, da margen para cubrir gastos que en el pasado quedaban sólo parcialmente atendidos, como medicamentos o visitas médicas. En tercer lugar, envía un mensaje de que los adultos mayores no están olvidados por las políticas sociales, lo que tiene un valor simbólico importante. Sin embargo, es importante ponerlo en perspectiva: si la inflación anual se encuentra en rangos elevados, un aumento del 3 por ciento puede no compensar completamente el aumento de precios. Por lo tanto, aunque el apoyo creció, la protección real dependerá también de la situación económica más amplia, de los gastos personales y del nivel de aprovechamiento del recurso por parte de cada beneficiario.
Recomendaciones para beneficiarios
Para quienes reciben el apoyo es útil seguir algunas recomendaciones prácticas. Uno: revisar que los datos de la tarjeta o cuenta estén actualizados, para evitar demoras en el depósito. Dos: conocer la letra de su apellido y estar atento a la fecha asignada para el depósito, para poder disponer del dinero con tranquilidad. Tres: planificar el uso de ese dinero con un enfoque en prioridades: alimentos, salud, servicios básicos y quizá algún pequeño ahorro si es posible. Cuatro: aunque no es obligatorio retirar el mismo día, conviene hacerlo en los primeros días después del depósito para aprovechar ofertas o evitar imprevistos. Cinco: conservar los comprobantes, vigilar que el monto recibido sea el correcto y reportar cualquier irregularidad a las autoridades correspondientes.
Conclusión
El aumento de la pensión Bienestar a 6 200 pesos bimestrales en 2025 es un avance que beneficia directamente a millones de adultos mayores del país. Aunque el aumento es modesto en términos relativos, representa una mejora notable en el contexto de los apoyos sociales. Saber cómo, cuándo y cuánto se recibe permite a los beneficiarios planear con mayor certeza y tranquilidad su economía personal. El calendario de pagos escalonado según la letra del apellido organiza la dispersión del recurso, y la posibilidad de usar el dinero en el momento más conveniente da flexibilidad al beneficiario. Es importante no perder de vista que este apoyo es sólo parte de la estrategia de bienestar, y que cada persona puede maximizar su valor con buen manejo y planificación.
